top of page

Mi experiencia en el NaNoWriMo

Actualizado: 8 dic 2020

Bloqueo del escritor


Cualquier escritor se encuentra, a veces,con el problema de sentir que hay una historia adentro suyo, pero no encontrar las palabras precisas para expresarla. En ocasiones estamos ante la computadora o la hoja de papel, esa hoja en blanco que nos mira, que nos reta a escribir algo en ella, la vemos con los dedos sobre el teclado o apretando el lápiz, respirando, tanteando, moviéndonos incómodos en la silla. Aumenta el suspenso de cuál será esa tan importante primera línea que vamos a escribir.


Eso me ha pasado a mí también. A veces no en el inicio, a veces en el nudo, a veces en el desenlace. A veces termino tan de repente, sin desarrollar por completo el arco argumental.


Generar el hábito


Cuando comencé a aprender a escribir, mi ortografía no era nada buena y mi caligrafía era inmadura como yo mis ideas eran inocentes y vagas y escribía mi diario por primera vez. Escribía todas las noches. Lo necesitaba para sentirme completa. Era mi forma de expresar mi identidad. A veces escribía durante mis clases, era mi escape. Lo hice hasta que empecé la universidad. No fue una decisión, fue algo que se dio gradualmente.


Cuando ya no escribí mi diario comencé a dedicarme más a escribir cuentos y relatos. Me empecé a dar cuenta de que necesitaba leer más. Eso era difícil tomando en cuenta que la lectura sobre neurociencias, historia y filosofía ocupaban mi mayor tiempo de lectura. Pero también me abrían a otros temas y perspectivas. Traté de mantener mi ritmo de lectura. Pero la escritura se fue rezagando. Sin embargo, aprovechaba mis tareas de la universidad: ensayos, resúmenes, análisis, para practicar mi redacción. Me encantaban ese tipo de tareas. Fueron mi ejercicio de escritura todos esos años. No escribí poesía como lo hacía en el colegio. Los cuentos y los relatos iban o venían. No completaba las series que quería hacer.


El deseo de escribir


Para cuando terminé de estudiar estaba muy desesperada. Sentía que no había aprovechado el tiempo en la suficiente medida. Quería escribir. Lo necesitaba más que nunca, pero parecía que ya no sabía cómo hacerlo. No había hecho una historia, no había completado una novela. No tenía nada.


Solía creer que sólo


había un tipo de escritores: los de brújula. Aquellos que escriben sin planificar sus historias. Aquellos que se dejan llevar con la historia. Pero no todos son así. A mí eso ya no me estaba funcionando. Necesita algo más, necesitaba esfuerzo, trabajo duro y un empuje.




Maratón de escritura



Una vez me encontré con un vídeo de una booktuber donde conocí el término Nanowrimo por primera vez. Cuando procesé lo que era, comprendí que era justo lo que yo necesitaba. M


e estaba volviendo a emocionar. Entonces me animé.


Nanowrimo es el acrónimo de National Novel Writing Month. Consiste en un reto de escribir 50 mil palabras en 30 días, durante el mes de noviembre. Inició en 1999 en Estados Unidos, pero ahora es un fenómeno mundial. Participan miles de autores noveles y profesionales. Muchos de ellos han escrito en el Nanowrimo libros que después se han publicado (como Claudia Ramírez Lomelí quien aprovechó el reto para terminar su libro: El príncipe del Sol).


Nanowrimo se ha convertido en una comunidad con múltiples recursos. Se han creado micro comunidades en instagram, grupos de Facebook, foros dentro de su sitio web. También se han desarrollado


otros proyectos paralelos como el NanoCamp, que es una versión light del Nanowrimo. Este se realiza cada abril y julio y los participantes deciden cuántas palabras van a escribir como meta.


Escribir es un proceso


La primera vez que participé fue en el 2017. Estaba haciendo una novela. Pero no la terminé. En el 2018 volví a intentarlo. Esta vez sí hice una novela corta que allí se quedó. Ese suele ser un p


roblema del Nanowrimo. A veces se termina con muchos borradores que año con año se acumulan. Pero yo no pretendía que eso me pasara. Consideré hacer cuentos o terminar series de relatos o poemas para el siguiente año, pero al final me decidí por otro proyecto. Este proyecto continué trabajándolo. Así he ido aprendiendo también del proceso de edición, corrección, revisión, etc. Eso es algo importante que cada autor decide después qué hacer con su obra. Convertirlo en un libro al final es una responsabilidad individual. El Nanowrimo cumple con retarnos a escribir.


Hay autores que con el Nanowrimo empiezan su proyecto, otros lo usan para terminar. Algunos autores escriben más allá de las 50 mil palabras y otros escriben 50 mil palabras solo en la parte final de su novela. Eso es algo individual. Por eso no existen trampas ni reglas porque el premio es la satisfacción personal, el superar el número de palabras que se escriben, el concluir un proyecto, el tener un borrador al final. Aunque sí, si terminas el reto en el tiempo establecido la página te genera un diploma que puedes imprimir.



Escoges tus reglas


Incluso se puede escribir lo que se quiera. Cada palabra cuenta. Pero lo más destacable es que ayuda a motivar a los autores. Prácticamente cada quien se debe obligar a escribir para poder llegar a la meta, por lo que la calidad de los escritos queda en segundo plano. Eso nos impulsa a darnos permiso de cometer errores, de vencer la autocensura, los miedos y prejuicios a la hora de escribir. Ayuda a desbloquear y a comprender el tipo de autor que somos.


Anteriormente no me resultó demasiado bien ser una autora de brújula. Ahora estoy intentando ser una autora más de mapa, planificar detalle a detalle mi novela. Cosa que me está costando porque no estoy acostumbrada a serlo. Pero a la vez es emocionante. Requiere más tiempo, más paciencia, pero si tiene sus ventajas porque a la hora de escribir, todas las piezas ya están solo para montar. Lo mismo con la edición, es algo nuevo para mí. Pero he aprendido de lo importante de respetar cada fase de creación.

Tener borradores, volver a escribirlos si es necesario.


De hecho, eso estoy haciendo ahora con el Nanocamp de este mes. Tomé mi borrador del 2018 y decidí completarlo un poco más, planificar algunas cosas que estaban sueltas o donde no profundizaba. Incluso cambiar la voz, nombres de personajes, etc. Ahora estoy escribiendo otro borrador de cero con base a la historia anterior. Le llamo: segundo borrador. Y está bien como ejercicio. Tal vez este resulte mejor. Tal vez este vea la luz algún día. O quizá haya un tercer o cuarto borrador antes de pasar a la siguiente fase. Eso también es lo divertido. Es algo muy personal. Es una maratón que comparto con miles de autores en el mundo, no me siento sola, eso me motiva, pero también me motiva que nadie lo leerá hasta que yo decida que está listo. Es un concurso que prioriza en la disciplina, en no procrastinar, en escribir y escribir y escribir.


Cantidad antes que calidad. Porque no se puede corregir una página en blanco, pero sí puedes corregir una página mal escrita. En otras palabras, nadie va a leerme si no escribo primero.



Seguir progresando


Una razón por la que empecé este blog es porque quiero seguir escribiendo todo el año y no sólo en los meses del Nano. Eso es otra cosa importante. Es crear el hábito y tratar de mantenerlo. Con esto procuro escribir cada vez más, un poco en el blog, un poco en mis historias, ponerme metas, trazarme objetivos, retarme. Se trata de perder el miedo, desbloquearse, escribir y arriesgarse. Es divertido, créanme. Pero no es fácil si no se tiene el hábito. Es por eso que cada vez se me ha hecho menos difícil. Y siento que año con año he ido avanzando un poquito más. He aprendido muchísimo desde que comencé a participar.


Me gustaría terminar recomendado este reto. Como he dicho a mí me ha ayudado para aprender, pero también para terminar proyectos y motivarme a seguir trabajando en ellos. La forma de hacerlo es


bastante sencilla. Ingresas a la página web del proyecto, te registras. Cada día llevas el conteo de tus palabras y las vas ingresando. Las gráficas te mostrarán tu progreso y la predicción de cuándo acabarás el reto según tu ritmo de escritura. Es algo muy personal, algo que cada persona evalúa y queda en la conciencia de cada quien hacerlo bien. Pero además se comparten otros desafíos extras: como el ponerle el título a tu proyecto, reunirte con otros escritores o compartir en línea. Es muy bonito e inspirador. Tal vez sea lo que estás buscando para terminar al fin esa novela o para enfrentarte a un bloqueo. Tal vez sea hora de dejar de procrastinar y de sacar la historia que con tantas ganas quieres contar.





11 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
Post: Blog2_Post
bottom of page