En esta vida hay momentos tan efÃmeros como el encuentro único con una persona que, a pesar de los intentos próximos, nunca se va a repetir.
Asà toca, esa es la vida. Personas y momentos van y vienen y es por eso muy importante aprender a aprovechar el presente. Sobretodo en la escritura. Porque de cada momento pequeño e insignificante, o extraordinario y memorable, puede salir una historia completa. Podemos hacer poemas contundentes con pocas frases, o desarrollar una novela a partir de una persona que vimos al salir de un café y con la que apenas intercambiamos unas palabras.
La primera novela que logré escribir, una novela erótica que jamás verá la luz, salió de la experiencia de dos jóvenes que se conocieron casualmente en una graduación y a partir de allà surgió una "flama". La versión verÃdica es mucho más sencilla y triste pero daba para mucho para poder inventar muchÃsimas historias y situaciones alrededor de. Aunque la pareja en la vida real jamás tuvo nada y nunca se volvieron a ver, en la novela hay cierto impacto en los personajes. Claro, de haber querido la habrÃa pulido y trabajado más a fondo para hacerla más relevante, pero finalmente apliqué una regla y un derecho de autorÃa que es: no todo lo que es escrito debe ser publicado.
El tema es que muchas veces dudamos si nuestra vida es suficientemente especial como para escribir sobre ella. Me lo han cuestionado. Yo misma también lo he cuestionado. Pero ya maduré la idea y la realidad es que escribir sobre algo que conozco es una de las mejores cosas que puedo hacer. Pero no solo eso, también puedo escribir de lo que no sé, de lo que quiero saber, de lo que me asusta, de lo desconocido, de lo imaginado, de lo que sueño y lo que fantaseo. Una historia puede ser verÃdica o no pero lo que la hace real para quien la lee es cómo se construye, con sus emociones, con sus personajes tridimensionales, con su ambientación.
Por eso te animo, escribe de tu vida. Escribe de lo que has vivido. Escribe de tus emociones, de cómo te hizo sentir ese mensaje no contestado, ese "visto" que te dejaron. Escribe de la sonrisa que intercambiaste con un extraño. Escribe de qué se siente llevar mascarilla en la calle. Escribe de qué es pasar un domingo contigo. Escribe de cómo te sientes hoy con el mundo. ¡Todo es válido! Escrube sobre tu realidad. No te limites.